La International Traffic in Arms Regulation, conocida como ITAR, es la ley estadounidense que controla y pone límites a la exportación de armas y otros productos de defensa que podrían comprometer la seguridad de los Estados Unidos. No cumplir con sus exigencias puede conllevar multas importantes así como otras penas realmente duras.
Según estas regulaciones, para poder exportar o vender armas a un comprador extranjero, el proveedor debe tener la autorización del Department of State. Para ello, la empresa exportadora de armas debe estar registrada en dicho departamento. Pero el mero registro no confiere autorización de exportación. El Department of State solicita a los exportadores que lleven a cabo un plan de seguimiento de las exportaciones.
Por tanto, cuando busques distribuidores de armas en Argentina que sean de los Estados Unidos de América, no debe sorprenderte que te pidan ciertos documentos. En general, si se quieren importar armas de los Estados Unidos se solicitará una autorización del gobierno del importador traducida al inglés, de tal manera que sea legible y en la que se incluyan los modelos de armas a importar; un pedido de compra en el que se especifiquen los modelos, calibres y demás datos relevantes de las armas, incluyendo su cantidad y valoración en dólares estadounidenses; y una carta de intención de uso en la que se debe aclarar para qué se van a usar las armas y quién será el usuario final, ya sea este una persona individual o una organización pública o privada.
Estas exigencias no son tan extrañas. Realmente la ITAR afecta a mucho más productos que las armas y los dispositivos de protección y blindaje. Por ejemplo, varios artefactos de comunicación están sujetos a medidas similares.
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